Paco, con la misma procedencia que la del más afamado hidalgo español, Don Quijote. Algarín, de cuarto celo, los que haga. Llegó a mi casa para sacarlo de segunda, y aunque en todos los puesto respondió, el coleteo / dar de pie no me agrada nada. Parece la corneta del General Caster llamando al séptimo de caballería. Y no es ninguna broma. Esta temporada ha vuelto a suceder lo mismo, ha salido, ha respondido pero las perdices no llegan al tanto, se quedan tan cerca como a 4 metros.
Mi compañero de caza, Leonardo, lo probó conmigo y desde entónces sólo sale de su boca "cuídame a mi Paco", así que, ya tiene nuevo hogar. También lo podía haber decidido antes, pero me gusta aguantar los pájaros, y tengo las mismas razones ahora que antes pero, quizás,
oir de nuevo el coleteo me ha hecho tomar la decisión definitivamente. De todas formas, no lo hubiera soltado en el campo con las plumas recortadas, sin volar, que es su principal defensa.
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