La media veda de caza que mañana da comienzo en la provincia de Zamora se inicia con buenas expectativas de codorniz y «no malo en tórtola».
A partir de mañana y hasta el día 18 de septiembre, cerca de 7.000 cazadores zamoranos pondrán las escopetas a punto para lograr el mayor número de piezas en una geografía donde el parecer es dispar según se pregunte y los resultados habrá que verlos sobre el terreno. Aún así, el presidente de la Delegación Provincial de Caza, José Antonio Prada, se muestra optimista y asegura con rotundidad que «es un buen año para la codorniz y no es malo en tórtola, ya que está madurando el girasol y vienen en bandos».
Siguiendo el recorrido por las especies cinegéticas de la media veda los perspectivas con la perdiz son también optimistas «ya que ha criado muy bien este año y la torcaz también es aceptable».
Se permitirá la batida de todas las especies, entre las que se encuentra la codorniz, la tórtola común, la paloma bravía, a excepción de la comarca de Tierra de Campos, la paloma torcaz, la urraca, la corneja y el zorro. Por otro lado, en el caso de la tórtola común y paloma torcaz, la apertura de veda se retrasa hasta el 21 de agosto.
Durante los dieciséis días hábiles que se permitirá la caza en la provincia, el número de animales que se permitirán abatir por cazador y día se ha establecido un límite de 35 codornices y 8 tórtolas.
José Antonio Prada insiste en que la media veda debería abrirse antes y así lo ha planteado en reiteradas ocasiones sin éxito en el Consejo Regional de Caza, que controla la Junta. En otras comunidades autónomas el periodo hábil se abre al menos una semana antes. Prada asegura que la Junta de Castilla y León «se escuda en unas directrices de aves y lo que no entienden es que las especies cambian sus formas de vida». Otro de los argumentos que se plantea viene provocada por el adelanto de las cosechas en la zona sur de la comunidad por lo que la codorniz emigra al destruírsele el hábitat y se marchan a León, Palencia y Burgos, «donde los cazadores están encantados por la abundancia de ejemplares».
Por ello los cazadores zamoranos exigen que «se dé un margen de maniobra de 10 ó 12 días y que nos den opción para discernir si lo que realmente vamos a abatir son pollos o animales adultos».
Otro de los temas peliagudos que saldrán a debate en estos días de caza son la responsabilidad de los cotos con los accidentes provocados por los animales en la carretera. En este sentido, el presidente de la Delegación Provincial de Caza, asegura que «las sociedades cinegéticas están al límite y no pueden pagar los precios que piden los seguros».
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