Este domingo pasado unos amigos me invitaron a colgar. En vista de que mi jaula no abrió pico, colocamos en el mismo tanto un algarín tercera de uno de los compañeros.
Éramos cuatro personas, y en medio de un olivar colocamos dos puestos, en ambos había una cámara para grabar. El cazadero, en el término municipal de Manzanilla.
No pudimos tirar, a pesar de la abundancia de perdices y de la cercanía de las mismas, y la principal razón de ello, es el excesivo movimiento del reclamo en la jaula.
En el primer vídeo se aprecia la brusquedad del reclamo cuando avista las camperas. En el segundo, como a escasos metros, una perdiz curiosea, picotea y se encarama a un olivo haciendo caso omiso a la jaula.
El reclamo, para mi gusto tiene buenas voces, se lo he querido cambiar pero no le ha parecido buena idea.
El tanto |
Un jaramago nos ayuda a camuflar el puesto |
Mi puesto |
El viento era impresionante y muy molesto, teníamos que permanecer sujetos a las varillas del puesto si no queríamos perderle.
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