""La CAZA de perdiz con reclamo no se enseña, hay que sentirla para aprenderla. Es un arte; un arte tan viejo como el toreo y tan nuevo como el sello que le otorga cada intérprete"."


"CAMBIARIA TODO LO QUE SÉ POR LA MITAD DE LO QUE IGNORO"

jueves, 1 de octubre de 2009

ARTÍCULO DE REVISTA TROFEO



INQUIETUDES DE UNA CAZADORA EN CIERNES A PRINCIPIOS DEL SIGLO XXI

¿Qué es la caza y qué es ser cazador? Seguro que entre el colectivo de cazadores seria muy difícil encontrar una respuesta consensuada. ¿Es una afición, un hobby, un deporte? Una cosa está clara, que la caza, en el mundo en el que vivimos, es socialización y en bastantes casos, status social. Sin olvidarnos de la parte lúdica de la misma, cuando la ejercitamos a solas o en compañía de nuestro perro o nuestra perdiz, de una forma desprovista de competitividad.
El cazador no siempre nace, si no que se hace; a día de hoy, y sin ánimo de generalizar, se hace para adquirir un rol, pertenecer a un grupo determinado de esta sociedad. ¿Sabemos los cazadores en el fondo qué es la caza y por qué cazamos?
¿Qué papel desempeñamos las mujeres en este mundo? ¿No podemos ser devotas de tan bella afición? Pero no a la de alto standing, ni a esa a la que vas a lucir modelito, sino a aquella, que sin dejar de ir vestida femenina, tienes que defenderte por ti misma en el campo.
En la mayoría de las ocasiones es el varón el que recibe los conocimientos cinegéticos, porque parece ser que las mujeres, desde que es conocido nuestro sexo, estamos predestinadas para unas determinadas funciones.
Aún en el siglo XXI cazar es una actividad masculina, más que por el hecho en sí, por la transmisión que de ella se hace. En el ambiente del cazador se respira una virilidad exacerbada, presente en sus gestos y palabras. ¡Qué hombre cazador no es un “hombre de verdad”! y qué se dice de las mujeres que deseamos introducirnos en este mundo. Piénsenlo, y respondan ustedes mismos, con total libertad, nadie les oirá. ¿No podemos nosotras integrarnos en este mundo? Las mujeres no perdemos la sensibilidad o la dulzura por encarar un arma.
Existió, existe y no deseo pronosticar el futuro, un cierto rechazo a que nos introduzcamos en este mundo. Parece que los hombres se encuentran “esclavizados”, y es en este momento, en el campo, rodeados de “masculinidad”, cuando se sienten “libres”. Entonces, ¿son aficionados a cazar o a una “falsa libertad”?
No llevo cazando muchos años, pero puedo asegurarles, que desde mis comienzos, no ha sido un camino de rosas. Difícilmente podré olvidar el momento en el que, con una sinceridad absoluta y abrumadora, me dijeron: “lo siento, no puede pertenecer a la sociedad de este coto por ser mujer”. De eso sólo hace dos años.
Afortunadamente no todos piensan igual, y en la actualidad, puedo disfrutar de mi gran afición, recrearme en la naturaleza con mis perdices, practicando la caza de perdiz con reclamo, sin olvidar la caza en mano y alguna que otra montería. Para mí, cazar es salir al campo, aunque no cobre o vea nada. Mi disfrute se inicia en el momento en el que pienso ir a un coto determinado, desde entonces, ya comienzo a saborear la caza. Y mentalmente estoy haciendo el puesto, y eligiendo qué pájaro sacar a esa hora, incluso soñando con ese puesto que, como aficionada al reclamo, anhelo cada instante.
Sí, he dicho aficionada, y no reclamista o cuquillera. Desde que me introduje en esta modalidad de caza, mi intención es la autenticidad de la misma, practicarla como antaño, siguiendo las pautas de esta, los comportamientos que la tradición manda e intentando tener buenos pájaros; pájaros que sepan cazar, que callen y reciban en condiciones, y si no lo hacen, yo sea capaz dejarles marchar la caza. Todas las patirrojas saben cantar, pero no todas cantan, y mucho menos, no todas saben cazar. Un buen reclamo no canta, un reclamo caza, que no es lo mismo. Sólo así considero, que llegado su momento y habiendo seleccionado entre un abultado número de ejemplares y vivivo un amplio número de situaciones reales, podré llamarme, orgullosamente, CUQUILLERA y no aficionada.
Es muy difícil llegar a ser alguien en el mundo del reclamo, como en tantas cosas de esta vida, pero aquí es donde me pongo el reto, y espero tener vida suficiente, porque las ocasiones ya las buscaré yo sin desfallecer.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicidades Maricarmen por tu articulo.
Montero

Anónimo dijo...

Muy buena la entrevista, Mª. Carmen. Confío sea la primera de muchas que sirvan para crear afición en el colectivo de mujeres cazadoras.
Un abrazo,
David/Jaulero. (Tibi)