Los terreros los adquirí sin haber sido tratada la madera, al nartural, le dí una capa protectora y encima, cada año, barniz de interperie, para protegerlos de las inclemencias.
He realizado un rectángulo de madera al cual le he cogido una tela de red donde el pájaro apoyará las patas. Si se hunde, habrá que hacer algún arreglo.
En el fondo del cajón coloco un papel, a ser posible fuerte, donde se depositarán los excrementos de la patirroja. Esta técnica la empleo también en los estantes de las jaulas, y así, cuando eran de madera, no los estropeaba mojándolos para limpiarlos, y ahora que son de plástico, están siempre limpios; es un trabajo rápido y limpio. Encima del papel, el rectángulo.
Así quedaría el primer modelo de terreros que poseo, y el que menos me gusta.
El segundo modelo, es muy diferente al anterior, y mucho más cómodo de modificar. Este lleva unos alambres de acero, de quita y pon, en el fondo, y sólo he tenido que añadir la tela de red y sujetarla a dichos alambres con unas bridas en las esquinas.
Este modelo me permite coger el pájaro con las dos manos, ya que tiene una gran puerta como se muestra.
Es un terrero amplio, se mueve mejor. Con mucha luminosidad. Muy cómodos.