MANIFIESTO A FAVOR DE LA CAZA TRADICIONAL DE PERDIZ CON RECLAMO

Antecedentes

            El pasado mes de octubre, la Comisión Europea remitió al Reino de España una carta de emplazamiento en relación con la autorización para a caza de perdiz con reclamo macho, regulada en el Art. 63 de la Ley 42/2007 de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, en donde se pone de manifiesto que la caza de perdiz con reclamo tiene lugar durante el pleno celo de la especie, afectando a uno de los periodos más vulnerables de su ciclo anual, el de la reproducción, por lo que debe quedar prohibida o en su caso solo autorizada por la vía de la excepcionalidad.

Breve referencia sobre la modalidad

            La efectividad de la caza de perdiz con reclamo se basa en los enfrentamientos que se producen entre las perdices debido a su comportamiento agresivo de la jerarquía y de su territorio.

            Las riñas entre las perdices se llevan a cabo principalmente a través de sus cantos y sonidos, llegando en muchos casos a picarse entre ellas y atacarse con los espolones, arremetiéndose tanto machos como hembras.

            Los machos seleccionados par reclamos de perdiz roja no siempre cantan, por las distintas y numerosas circunstancias adversas que se dan en los cazaderos, por lo tanto son mayoría las  jornadas de caza donde no se capturan perdices. Las reglas por la que se rige esta modalidad de caza tradicional son muy estrictas y de obligado cumplimiento, ningún cazador de reclamo captura una perdiz si su reclamo no la “recibe” y está dentro de la “plaza”, en caso de incumplimiento se estropea el macho enjaulado.

            El recibo, es el canto que emite el reclamo que está dispuesto a pelear cuando tiene las perdices campesinas en plaza. La plaza, es el espacio de terreno donde se abaten las perdices. Es un semicírculo imaginario, situado entre el aguardo y el pulpitillo (lugar donde se coloca al reclamo) con centro en éste, y de radio aproximadamente de 2.5 metros.

Consideraciones

            1ª. Esta modalidad se encuentra regulada por las diferentes normas cinegéticas y medio ambientales de Andalucía, donde se fijan los períodos hábiles de caza y el número de capturas.

2ª. En los planes técnicos de caza, herramienta de gestión cinegética de obligado cumplimiento en el territorio andaluz, se fijan previamente el número de ejemplares que se van a capturar, incluidos los de perdiz con reclamo. La autogestión por parte de los cazadores hace tiempo que llegó al mundo cinegético y a través de estos planes técnicos armonizan su afición por conseguir lances inolvidables con la conservación de las especies que tanto veneran. Por ello la mayoría de las sociedades de cazadores reducen en sus acotados el número de jornadas de perdiz con reclamo, así como el de puestos que se pueden dar en un día.

3ª. En Andalucía el colectivo de aficionados a la caza tradicional de perdiz con reclamo asciende a 39.097 cazadores, representando el 13.57% del total de las licencias de caza de nuestra Comunidad Autonómica.

4ª. Los periodos fijados para su práctica son correctos y finalizan unos 60 días antes del inicio del ciclo reproductivo de la perdiz roja.

5ª. En el aspecto social, la caza de perdiz con reclamo genera numerosos puestos de trabajo, mantiene la tradición artesanal de la elaboración de los útiles y eneseres que se necesitan para su desarrollo, y el aspecto que justifica por sí solo su continuidad es poder permitir el acceso a la caza a las personas mayores y a los incapacitados qe mueden practicar otras modalidades, proporcionándoles durante todo el año el agradable entretenimiento del cuidado continuo y diario de sus reclamos y en el periodo de caza las agradables y relajantes salidas a los cazaderos naturales.

6ª. Esta modalidad de caza tradicional ya fue estudiada por Aristóteles, citada en la Biblia y recogida por autores clásicos españoles en sus obras, entre otros, Miguel de Cervantes en Don Quijote de la Mancha. Es un gran legado que ha llegado hasta nosotros conservando sus orígenes prístinos en su práctica, formando parte de las bellas costumbres de los pueblos, convirtiéndose al mismo tiempo en una herencia cultural importantísima, como así lo demuestra la amplia bibliografía que se ha editado sobre esta modalidad.

Por lo tanto, consideramos que esta modalidad de caza tradicional debe de continuar practicándose en la forma y periodos actualmente legislados y no por la vía de la excepcionalidad.