El colectivo, formado por 700.000 personas, clama contra el reglamento que prepara Interior
Los cazadores y tiradores olímpicos federados en España --de ellos, unos 75.000 tienen licencia en Catalunya-- andan estos días entre preocupados y sublevados. Indignados. El proyecto de reglamento de armas presentado en diciembre por el Ministerio del Interior amenaza, dicen, la supervivencia de ambas actividades. Los más soliviantados son, y con diferencia, los cazadores.
Entre otras razones, porque el documento que propone el Gobierno prohíbe el uso del 70% de las armas semiautomáticas que hay ahora en el mercado, porque limita la utilización de munición del calibre 22 (la más barata y la que se usa habitualmente en los entrenamientos) y, sobre todo, porque eleva la edad mínima para la práctica de la caza de los 14 años actuales hasta los 16. Para el tiro olímpico se mantienen los 14.
Con este reglamento, el Gobierno, que todavía está analizando los centenares de alegaciones presentadas por cazadores, armeros y fabricantes, intenta acatar las exigencias de la Unión Europea en materia de control, adquisición y tenencia de armas. España ya ha excedido el plazo dado por Bruselas para adaptar la legislación estatal a las disposiciones comunitarias --el límite era el 28 de julio del 2010-- y ahora se expone a una amonestación.
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