La puja anual de la comandancia repartió ayer 77 pistolas y escopetas. La más cara se vendió por 520 euros
Un particular, aficionado al tiro deportivo, pagó ayer 520 euros por hacerse con una pistola de competición que formaba parte de las 339 armas que salían a subasta en la comandancia de la Guardia Civil de Ourense. Fue el precio más caro que se ofreció en una jornada en la que, como cada año, los protagonistas fueron los profesionales de la venta de armas y, como no, los cazadores.
Durante toda la semana anterior los interesados en hacerse con un arma de segunda mano a un ventajoso precio habían tenido tiempo de ver los ejemplares, la mayor parte procedentes de entregas de particulares a los que caducó la licencia y algunas otras incautadas en el mercado ilegal. Entre el lunes y el viernes pudieron escoger su arma preferida -la oferta estaba compuesta por 279 escopetas, nueve carabinas, 40 pistolas, 7 revólveres, tres rifles y un arma anestésica- pero el momento de hacer la puja fue ayer.
Poco más de medio centenar de interesados entre los que no hubo ninguna mujer lanzaron sus ofertas a primera hora de la mañana, por el procedimiento de pliego cerrado. Estas fueron examinadas por los agentes del instituto armado, que actúan en estos casos como intermediarios entre vendedor y comprador, y acuerdan las adjudicaciones. La más económica fue la que logró un aficionado a la caza, que consiguió una escopeta en buen estado al módico precio de 15 euros. Y así hasta un total de 71 armas, el total de las que se vendieron ayer.
El resto correrá distinta suerte. Las que salían a subasta por primera vez tendrán una segunda oportunidad en el 2012. Las demás irán a la chatarra.
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