Ven inviable pagar los accidentes y daños que provocan los animales.
La amenaza se ha cumplido, y la semana pasada las seis primeras sociedades aragonesas de cazadores dejaron sus cotos. La renuncia la presentaron en el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) ante la imposibilidad económica de afrontar los pagos a los que tendrían que hacer frente en caso de que las especies cinegéticas de sus reservas provocaran cualquier accidente de circulación, tal y como están confirmando las últimas sentencias dictadas en Huesca. Todas ellas pertenecen a esta provincia, pero ya se anuncia que no serán las únicas.
De momento, la Federación de Caza ha convocado --hoy por la mañana en Huesca-- a una reunión a todos los cotos de Huesca para tratar este problema y el derivado de los daños agrícolas causados por estos animales, cuyos pagos consideran inviables.
Estas renuncias no cogen por sorpresa a nadie, ya que las asociaciones llevaban tiempo advirtiendo de la medida si desde las administraciones públicas no se tomaban cartas en el asunto. De momento, ante el Inaga se han presentado ya las renuncias de Abizanda, Ligüerre de Cinca, Mediano, Camporrotuno, Escanilla-La Mata y Aínsa.
Y entre las alegaciones que esgrimen, está el hecho de que "desde hace un tiempo, los juzgados y tribunales de la provincia de Huesca, al contrario que los de Zaragoza y Teruel, condenan de forma sistemática a los cotos en los accidentes, apreciando la existencia de culpa o negligencia en la conservación del terreno acotado".
LOS PAGOS. El caso es que el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, a través del Inaga, desde hace un tiempo solo asume estos pagos cuando el accidente de circulación se produce durante un día de caza. El resto del año, el coto es quien debe hacerse responsable. Pero las diferentes interpretaciones judiciales a la Ley de Caza de Aragón hace que en la actualidad no exista unanimidad en las sentencias judiciales, y mientras a unas sociedades se les exime de pagar, a otras se les está obligando a ello.
El problema no es solo de Aragón, y el Ministerio de Medio Ambiente y las comunidades autónomas llevan tiempo negociando una solución. Así, en estos momentos encima de la mesa se encuentra, por ejemplo, la propuesta de modificación de la Ley de Seguridad Vial para que sean los conductores y sus respectivos seguros quienes respondan de los gastos y las indemnizaciones.
En el caso de la provincia de Huesca, son los jabalís los que mayormente causan los accidentes de circulación. Mientras que el conejo o el ciervo, los que están provocado cuantiosos daños a los cultivos.
Las negociaciones que se llevan en el ministerio apuntan a que a partir del 2012 los cotos podrían disponer de un seguro que sufrague los daños a la agricultura, pagados el 50% por el ministerio, el 30% por el Gobierno aragonés y el 20% por los propios cotos.
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