Una sociedad concienciada

Uno de los aspectos quizás más desconocidos de la Sociedad de Cazadores, Pescadores y Silvestrismo son los contactos que mantienen desde hace tiempo con dos universidades españolas. La Sociedad de Cazadores es colaboradora habitual de distintos proyectos de la Universidad de Castilla-La Mancha y de la Universidad de Lérida.

Concretamente, con el centro universitario de Castilla-La Mancha, el trato es con el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos en relación con la perdiz moruna.
Así, por ejemplo, se les remite en bastante ocasiones muestras de sangre conservada en etanol correspondientes a estas aves, procedentes de la granja cinegética ‘Los Podencos’ y donde después de efectuar los correspondientes análisis se llega a la conclusión de que son consideradas perdices morunas puras.
Y, por otro lado, está esa colaboración con el Departamento de Producción Animal de la Universidad de Lérida, encargada del proyecto de recuperación de la perdiz moruna en la Isla de Tenerife.
Se puede decir bien claro que la Sociedad de Cazadores de nuestra ciudad ha sido una de las organizaciones que han colaborado en este proyecto cinegético.
Esa disminución de la perdiz moruna en la isla por distintos motivos llevó a la realización de un plan de cría en cautividad por parte del Centro Cinegético de Aguamansa en el año mil novecientos ochenta y cinco.
Hay una carta dirigida al presidente de la Sociedad de Cazadores de nuestra ciudad, por parte de Jesús Nadal, del departamento de Producción Animal de la Universidad de Lérida que dice textualmente: “Estimado José Antonio, el treinta de abril, llegaron los huevos al centro cinegético de Aguamansa. Me han comunicado que de dos parejas distintas, no se cuantos de cada una y tampoco si se estropeó alguno, pero ya están en la incubadora. No se como darte las gracias por ello. Si tenemos suerte, has conseguido que iniciemos el buen camino para la recuperación de la especie en la Isla de Tenerife. No hay duda de que eres un hombre muy importante en ésto de la conservación y el aprovechamiento deseable de la naturaleza. Espero seguir contando con todo tu apoyo. Que consigas el necesario presupuesto de la consejera y puedas ver unos parques dignos para tus perdices”.
En el caso de Ceuta tienen pendiente una entrevista con el presidente de la Ciudad Autónoma para la posibilidad de instalar una granja cinegética.
Los primeros estatutos: Con casi 70 años de historia
La primera junta directiva de la Asociación de Cazadores y Pescadores de Ceuta data del año 1944, donde a lo largo de todo el año se realizaban concursos de pesca y de caza. Quizás, la más llamativa, porque ha perdurado hasta nuestros días es la conocida como ‘Tirada al pavo’ que como es lógico en esa época se efectuaba con un animal y en la actualidad permanece pero los disparos se hacen contra una baldosa de 20x20 y a unas distancias de veinticinco, cincuenta y setenta y cinco metros. Como dato anecdótico cabe destacar que de los primeros miembros de la junta directiva la mayor parte de los mismos eran oficiales del Ejército. El presidente era Isidro Ramos Gutiérrez, comandante de Artillería y el vicepresidente, Prisciano López del Amo, teniente coronel de Veterinaria. Fueron un total de treinta y cinco los socios fundadores.
Voz y voto a partir de los dieciseis años en la sociedad: No hubo lucro en la zona controlada de caza
Este medio de comunicación después de varias investigaciones ha podido comprobar que la publicación en el año 2007, el día veintisiete de septiembre, de una serie de acusaciones contra la Sociedad de Cazadores, Pescadores y Silvestrista de nuestra ciudad en general y contra su presidente, José Antonio López Márquez en particular sobre un presunto lucro con la zona controlada de caza no se ajustan a la realidad de los hechos.
En esa misma información se hablaba de que por parte del mencionado presidente de la Sociedad se estaba haciendo un importante daño ecológico a Ceuta con la importación de perdices desde Marruecos sin control sanitario, al igual que el señor López Márquez se había apropiado indebidamente de mil quinientos kilos de maíz, extremos que tampoco se corresponden con la realidad de los hechos. Aprovechamos esta ocasión para solicitar  disculpas por los daños que se hayan podido ocasionar.
Son unos cuatrocientos socios
Actualmente son cuatrocientas personas el censo de la Sociedad de Cazadores, Pescadores y Silvestrismo de la Ciudad Autónoma de Ceuta. Además, donde se dan de alta a todos los integrantes de un núcleo familiar: padres, madres e hijos. En sus estatutos se establece de manera muy clara que tienen  derecho a voz y voto a partir de los dieciséis años. Actualmente, el local social lo tienen en la calle Fernández Moreno, de la barriada Varela-Valiño. Muchos son los recuerdos de tiempos pasados, pero no por ellos mejores, donde los cazadores ceutíes se daban cita en el antiguo Casino de Hadú, muy cerca de la Iglesia de San José. Era el lugar de parada de muchos de los integrantes de la Sociedad de Cazadores. Un lugar de culto para muchos de los amantes de la caza, pero que el paso del tiempo y del progreso hizo que cerrara hace ya algún tiempo.
La caza como deporte pero con respeto a la Naturaleza
Hace más de doce años que se dejó de cazar en nuestra ciudad en media veda. Hasta finales de la década de los sesenta la tradición de la caza durante los meses de primavera en Ceuta se centraba en la codorniz y la tórtola. La fecha permitida iba desde el día uno de abril hasta el quince de julio. La zona donde siempre han tirado los cazadores ceutíes ha sido el Campo Exterior, especialmente García Aldave. Todavía hay muchos que recuerdan también la caza de la tórtola en estas fechas en la misma barriada Príncipe Alfonso, en la zona conocida como el Monte Mojito.
Sin embargo, el tiempo se va recortando a medida que van avanzando los años. A principios de los setenta la caza de la tórtola y la codorniz se centra en los meses de abril, mayo y junio y cuando la década está a punto de finalizar se pierde un mes más, el de junio. Los cazadores nada más que pueden completar su afición durante ocho semanas, los correspondientes a los meses de abril y mayo. La temporada 98-99 fue la última en que se pudo cazar en media veda. Ahí se despidieron. Aún así intentaron una vía de excepción para lograr que se permitiera la caza en pequeñas cantidades con la presentación de un contencioso a la Administración que  llegó hasta el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, pero no les dieron la razón.
La caza en nuestra ciudad se reduce a la denominada época general que va desde el mes de octubre hasta el seis de enero para el conejo, perdiz, faisán y la liebre, lo cual no quita que fueran los propios cazadores quienes solicitaran a la Consejería de Medio Ambiente que cerraran la veda antes, como verdaderos defensores que son de la Naturaleza y amantes de los animales.
Un aspecto que también se hace necesario destacar es que antes de la apertura de la veda los cazadores ceutíes proceden al adiestramiento de los perros de caza en una zona completamente cerrada y donde existe un informe que defiende que es perfectamente viable la utilización de los citados terrenos.