Me gustaría saber si las autoridades allí presentes han hecho las pruebas de alcoholemia como exigen estos casos; seguro que no, al menos en los medios no lo mencionaron y eso que estos eventos son federados, pues el control de alcoholemia fue integrado con la Ley de Caza gracias a los que colaboraron en su elaboración, entre ellos la propia Federación Gallega.
No es la primera vez ni la última que los representantes de la federación dicen que los cazadores también somos ecologistas y ya se ve, matando "raposos" fuera de la temporada de caza menor, que va desde octubre a enero, y cuando las hembras están en celo y posiblemente muchas ya preñadas. A sabiendas de que nadie apoya estas injustas masacres, si estos campeonatos los hicieron en la temporada de caza menor no habrá estallado el conflicto. Es vergonzoso lo que está ocurriendo, se está dando una imagen penosa del cazador, aunque los verdaderos ecologistas saben sobradamente que hay cazadores y escopeteros. Los que nos consideramos cazadores somos respetuosos con todos los animales cazables en época de celo, gestación y cría, y estamos de acuerdo en cazar en su época como toda la vida y mi deseo es ver dimitir en cadena a todos los responsables de la organización de estos eventos fuera de temporada y fuera de control.
No se entiende cómo los responsables de la Consellería de Medio Rural no prohíben estos actos, la verdad es que la caza en Galicia nunca fue tan mal como con Medio Rural. Venenos a mansalva, perros muertos en los cotos a esgalla, en Arbo, en Creciente, en A Cañiza, en Padrón, en Moaña, en Cabeiro... Peleas entre cazadores por las extremas de los tecores sin señalizar, perros desaparecidos, posiblemente envenenados, líos entre bastidores de caza mayor con cazadores de caza menor motivado a que los de los tecores se creen que todo es de ellos o que tienen derecho a cazar donde les da la gana y se pasan al terreno cinegético común los domingos entremezclando los grandes perros de caza mayor con los pequeñitos de caza menor y mordiéndolos, etc. Un escándalo.
Como la Consellería de Medio Rural no tome cartas en el asunto ante lo que hemos visto, discusiones al rojo vivo con encare de armas incluido, aquí no tardará mucho en pasar algo grave, se ve venir y también habría que ver los nervios y la tensión de los nobles cazadores que vieron a sus tan queridos compañeros morir envenenados por culpa de algunos miserables terroristas que echaron salchichas envenenadas y van a acabar por matar a alguna criatura humana.
Esperamos que la Consellería de Medio Rural investigue a fondo y que los guardas de los tecores, ante venenos, no oculten, que actúen rápidamente y no que se entierren los perros sin que nadie se entere, y que las autoridades sepan que un perro envenenado en A Cañiza, aunque lo entierren, se puede desenterrar para analizarlo aunque hayan pasado quince días. No se puede decir que porque apenas pasaron diez días ya es tarde. La caza es en invierno y la temporada en esta estación en A Cañiza no es suave, ya que es donde se curan los jamones de los mejores del país. Y si tenemos en cuenta que la temporada 2010/2011 fue una de las más frías, estamos ante una falta de interés por investigar el tipo de venenos que causó tal tragedia canina.
Todo junto suma una temporada desastrosa. Esperamos que un gobierno preparado como el que tenemos en Galicia actúe y acabe con la discriminación entre cazadores, con las matanzas sin control, con los envenamientos, etc.
Los cazadores merecemos una conducta intachable, practicar el noble deporte en igualdad de condiciones como gallegos todos, cazando dentro de la temporada, cazar libremente respetando los derechos de los demás con mucha precaución y, cómo no, tratar de no herir nunca la sensiblidad de los demás y los nervios dejarlos en casa.
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